El 18 de septiembre próximo, el Aeropuerto Internacional La Aurora reactivará operaciones para vuelos comerciales, luego de que el tránsito aéreo fuera suspendido de forma parcial por casi seis meses para prevenir casos de coronavirus.
Hay varios requisitos que deberán cumplir los pasajeros que lleguen a Guatemala, uno de ellos es la presentación de una prueba PCR negativo con 72 horas de validez. Además, si los pasajeros no cuentan con la prueba descrita deberá cumplirse con una cuarentena de 14 días, la cual estará bajo supervisión del Ministerio de Salud, se contará con el funcionamiento del centro de Salud que se instala en el Aeropuerto La Aurora, también se contará con un protocolo para evitar que viajeros continúen propagando la enfermedad en el territorio nacional. Se trata de un protocolo homologado con los países de la región de Centroamérica, para que los pasajeros puedan viajar bajo los mismos estándares.
Entre algunas medidas que afectarán nuestra manera habitual de viajar en avión tenemos: Los viajeros deberán completar un formulario electrónico con más detalles acerca de su información de contacto, que podrá utilizarse con fines de rastreo. Es muy posible que este formulario deba completarse antes de la llegada al aeropuerto.
En todos los puntos de acceso a los aeropuertos se harán controles de temperatura.
El distanciamiento físico entre personas será entre uno y dos metros, si bien, prevalecerán las normas establecidas en cada país. Este aspecto obliga a reorganizar toda la disposición de flujo de pasajeros cada punto de control y migraciones de los aeropuertos y, consecuentemente, los tiempos de espera se verán afectados.
El uso de mascarillas para pasajeros y equipos de protección para el personal de aeropuertos y aerolíneas será obligatorio.
Gobiernos, aeropuertos y aerolíneas deberán trabajar en común para asegurar que todas las infraestructuras y equipos, mantengan una frecuencia mayor de limpieza y desinfección.
Es recomendado realizar test rápidos a todos los empleados de aeropuertos y aerolíneas, si bien reconoce que, en la actualidad, no es una medida absolutamente confiable. La ciencia debe aportar aún muchos datos respecto a la inmunidad, periodos de incubación y otros detalles.
Se está valorando la posibilidad de disponer pasaportes sanitarios o de inmunidad. Un documento en el que se pueda documentar que un pasajero estuvo infectado y se recuperó, eximiendo de seguir algunas de las normas de protección descritas anteriormente.
El Check-In antes de llegar al aeropuerto será una norma. El embarque se realizará mostrando los billetes impresos en casa o mediante los dispositivos móviles personales.
La entrega del equipaje la realizarán los mismos viajeros, minimizando la interacción y manipulación de objetos entre el personal de las aerolíneas y los pasajeros.
Las puertas y los espacios de embarque se deberán modificar para poder completar el proceso de forma ordenada y manteniendo la distancia entre personas.
Una vez dentro del avión, la posibilidad de contagio entre pasajeros es muy baja, debido al flujo de aire a bordo y disposición de los asientos. No se va a dejar, por tanto, un asiento libre entre pasajeros reduciendo la capacidad de los aviones. Sin embargo, si se recomienda el uso de mascarillas. Además, la tripulación deberá entregar a cada pasajero toallitas desinfectantes para que los viajeros limpien sus espacios.
En el momento del desembarque, se controlará de nuevo la temperatura de los pasajeros al entrar en la terminal.
Durante los controles de aduana se tratará de minimizar el contacto entre personas, por lo que se sugiere a los gobiernos que se sustituyan las formalidades de control fronterizo físico por otros virtuales (lecturas electrónicas de pasaporte, reconocimiento facial, etc…).
La retirada del equipaje se deberá realizar de forma rápida y asegurar que los viajeros puedan mantener una distancia entre ellos y no deben esperar demasiado tiempo.
Durante las escalas, la buena cooperación entre países va a resultar fundamental para poder tomar como válidos los controles realizados en el aeropuerto anterior y evitar repetirlos en los siguientes.
Respecto a los vuelos se va a operar al mínimo, ya que en el país antes de la pandemia había 44 frecuencias diarias y ahora podría haber entre cinco o seis.
Ana Zepeda
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